#CuscoDatos. En un fallo que ha sido calificado como ejemplarizante por la fiscalía, el ciudadano S.C.F.A. (28) fue sentenciado a 25 años, 12 días de pena privativa de libertad efectiva por los delitos de robo agravado y receptación agravada. La resolución, emitida el 25 de setiembre por el Juzgado Penal Colegiado B del Cusco, por el delito de utilización de fármacos para someter a las víctimas.
La investigación fue realizada por la Fiscal Adjunta Provincial Penal, Alicia Atapaucar Jara. En julio de 2023, el ahora condenado, oriundo de Puno, contactó a una joven a través de redes sociales y pactó un encuentro en el distrito de Wanchaq. Tras departir, el sujeto le ofreció vino mezclado con “fruvi”, una sustancia que contenía barbitúricos, lo que provocó que la agraviada perdiera el conocimiento. Aprovechando este estado de indefensión, S.C.F.A. le sustrajo sus pertenencias, incluyendo dos equipos celulares.
La trama delictiva se complicó con las pesquisas, revelándose que el individuo no actuaba de manera aislada. Las investigaciones establecieron que S.C.F.A. se dedicaba a la receptación (compra o comercialización de objetos de origen ilícito) de diversos equipos celulares. Entre estos se encontró un teléfono perteneciente a otra víctima, identificada con las iniciales E.S.B., consolidando así el cargo de receptación agravada en su contra.
LA CAPTURA
El fin de la actividad delictiva de S.C.F.A. llegó también en julio de 2023, gracias a la valentía de otra mujer. La agraviada lo reconoció en la vía pública como la persona que, días antes, había contactado con la misma modalidad y le había robado su celular. Alertadas las autoridades, la Policía Nacional procedió a su detención.
Al practicarle un registro personal, se le incautaron varios equipos celulares, cuya procedencia lícita el detenido no pudo explicar. Este hallazgo fue crucial para la Fiscalía, permitiendo vincularlo con otros delitos y demostrar una operación delictiva continua.
Con esta condena, se espera disuadir a otros individuos que operen con métodos similares y se refuerza la seguridad jurídica para las víctimas de delitos tecnológicos y de género en la región Cusco.