#CuscoDatos. En el complejo panorama del sistema penitenciario, existe una población silenciosa y vulnerable que carga con las consecuencias de un delito que no cometió: los hijos e hijas de las personas privadas de libertad. Mientras los reclusos cumplen sus condenas tras los muros, en el exterior, sus hijos e hijas enfrentan una sentencia invisible de desprotección, trauma social y vulneración de sus derechos fundamentales. La Oficina Defensorial de la provincia de La Convención ha detectado e intervenido casos críticos que revelan la urgencia de políticas públicas con enfoque de protección infantil.
LOS ROSTROS DE LA VULNERABILIDAD
En Quillabamba, Cusco, el módulo de la Defensoría del Pueblo en La Convención intervino para que una niña de siete años y su madre recibieran apoyo psicológico especializado tras el internamiento del padre de la menor en el establecimiento penitenciario de la localidad. El caso evidenció cómo el encarcelamiento de un progenitor desencadena crisis emocionales que requieren atención inmediata para prevenir daños psicológicos permanentes.
En la misma ciudad, la Defensoría acogió el pedido de otro interno preocupado por la situación de su hijo, quien había abandonado sus estudios secundarios. Tras una visita domiciliaria coordinada con la Defensoría Municipal del Niño y el Adolescente (Demuna) al sector de Huaquiña, se descubrió un panorama mucho más penoso: entre los hijos había una joven de 18 años con síndrome de Down que nunca había sido registrada en los sistemas de apoyo estatal. La intervención defensorial permitió que la joven fuera inscrita en la Oficina Municipal de Atención a las Personas con Discapacidad, accediendo por primera vez a sus derechos fundamentales.
Otro caso atendido fue el de un niño de 10 años, hijo de una interna del penal de Quillabamba, cuya abuela materna -su cuidadora principal- presentaba signos de alcoholismo. Ante esta situación de desprotección familiar, se activó los protocolos interinstitucionales, logrando que el menor fuera acogido provisionalmente en una aldea infantil mientras se brinda atención en salud a su abuela.