Regional | 02/11/2025 22:43:08

INESTABILIDAD AFECTA A LA DIRECCIÓN DE CULTURA DEL CUSCO: DIRECTOR RENUNCIA TRAS SOLO TRES MESES EN EL CARGO

Lilián Luna

La Dirección Desconcentrada de Cultura (DDC) del Cusco, ente crucial para la protección del patrimonio monumental de la región.

   

 
 
#CuscoDatos. La Dirección Desconcentrada de Cultura (DDC) del Cusco atraviesa inestabilidad en su conducción, un problema arrastrado desde el año pasado que podría poner en riesgo la gestión del vasto patrimonio cultural de la región. Este panorama se agudizó con la renuncia de Anderson Badi Casafranca Valencia, quien presentó su dimisión irrevocable el pasado 31 de octubre, tras apenas tres meses y algunos días en el cargo. Casafranca, designado mediante la Resolución Ministerial N° 00171-2025-MC el pasado 14 de julio, justificó su salida por la “falta de coordinación con el señor ministro de Cultura, Alfredo Luna”, a pesar de sus reiterados pedidos para tratar la situación actual de la institución a su cargo. Durante su breve gestión, el ahora exdirector evidenció el poco conocimiento sobre temas específicos que competen a la Dirección de Cultura del Cusco. CAMBIOS La salida de Casafranca es el capítulo más reciente de una sucesión de cambios que comenzó en 2024. La cronología de la inestabilidad es elocuente: -Febrero 2024: Guido Walter Bayro Orellana es designado director, mediante Resolución Ministerial N° 000046-2024-MC. -Septiembre 2024: Régulo Gilberto Franco Jordán asume el cargo mediante R.M. N.° 351-2024-MC. -Diciembre 2024: Tras la salida de Franco, el Asesor II de la Secretaría del Ministerio, Jorge Moya Coháguila, asume interinamente. -Mayo 2025: Se emite la Resolución de Secretaría General Nro. 000165-2025-SG/MC para designar a Moya como director temporal. -Julio 2025: Moya es removido y la viceministra de Patrimonio Cultural, Moira Rosa Novoa Silva, toma las riendas de forma temporal. -14 de julio de 2025: Anderson Casafranca Valencia es nombrado titular de la DDC Cusco. -31 de octubre de 2025: Casafranca presenta su renuncia irrevocable. En menos de dos años, la institución ha tenido al menos seis cambios en la persona que ocupa el despacho directivo, lo que impide la continuidad de los proyectos y la aplicación de una política cultural estable. ALTA DIRECCIÓN EN LA MIRA Esta constante rotación genera alarma en un organismo cuyas funciones son vitales para Cusco. La DDC es la entidad responsable de la preservación, conservación, investigación y puesta en valor del patrimonio cultural inmueble, mueble e inmaterial de la región. Expertos y colectivos culturales han manifestado su preocupación, señalando que esta inestabilidad gerencial debilita la capacidad de gestión, frena la toma de decisiones a largo plazo y amenaza la adecuada protección del legado histórico cusqueño, uno de los más ricos del continente. La atención está puesta ahora en el Ministerio de Cultura, para ver quién asumirá el desafío de liderar esta crucial dirección y, sobre todo, por cuánto tiempo.