#CuscoDatos. Un reciente informe de la Contraloría General de la República (N° 007-2025-OCI/0223-SVC) expone la grave inacción de la Universidad Nacional San Antonio Abad del Cusco (UNSAAC) frente a 14 denuncias de hostigamiento sexual, algunas de las cuales datan desde el 2022. Pese a los reclamos estudiantiles y acuerdos firmados, la universidad no ha conformado los órganos disciplinarios necesarios para investigar y sancionar estos casos.
DENUNCIAS SIN INVESTIGAR Y VÍCTIMAS DESPROTEGIDAS
Según el documento, las denuncias ingresaron a través de la Defensoría Universitaria, pero fueron derivadas sin solución al rector Eleazar Crucinta. Entre los casos pendientes: una denuncia del 2022, tres del 2023, seis del 2024 y cuatro en lo que va del 2025.
La Contraloría advierte que, al no activarse los procesos, las víctimas no reciben atención médica, psicológica ni medidas de protección, vulnerando sus derechos.
FALTA DE VOLUNTAD POLÍTICA
El informe señala que la universidad incumplió el plazo establecido en la Resolución N° 330-2025-UNSAAC (12 de marzo de 2025), que exigía la conformación de la Secretaría de Instrucción, Comisión Disciplinaria y Tribunal Disciplinario en 7 días hábiles. Pese al vencimiento del plazo (21 de marzo), estos órganos no existen.
El rector Eliazar Crucinta atribuyó el retraso a las "renuncias de docentes y administrativos propuestos", pero no presentó un plan alternativo.
Estudiantes exigen acción
La Federación Universitaria del Cusco (FUC) ya había denunciado esta omisión durante la toma de Perayoc en marzo pasado, demandando medidas concretas. Sin embargo, la universidad solo firmó acuerdos sin cumplirlos, dejando en riesgo a más víctimas.
¿Hasta cuándo?
La UNSAAC está obligada por ley (Ley N° 27942 contra el Hostigamiento Sexual) a garantizar procesos rápidos y confidenciales. Su inacción no solo revictimiza, sino que envía un mensaje de impunidad. Mientras las denuncias siguen acumulándose.